Dominique

Dominique se fué a vivir a Valpo. Harta del smog santiaguino y de la discriminación se fué lejos de su familia a estudiar en la Católica, porque sus papás dicen que es una buena universidad, y ella viniendo de una familia conservadora debía hacerles caso.
Dejó amigos, familia y a una chica enamorada: su ex novia. Fusiló la vida social que tenía, nunca más a Blondie, nada de esas interminables noches en Bokhara y ni mencionar esos atrevidos besos en Club Miel, pero nada de eso le importó, ella comenzaría una nueva vida.
De a poco se adaptó al ambiente de Valparaíso. Esos hermosos cerros y el inmenso mar parecía volverla loca. Arrendó una pieza en una hostal y ahí se hospedó por bastante tiempo. En su universidad había una chica, Martina, a quien Dominique encontró bastante guapa.
Con sus nuevos amigos, en una de esas noches de farra por Cherry, Dominique se encontró con Martina... Aquellas miradas indescriptibles, aquellas sonrisas encantadoras! Todo era tan perfecto... Y entonces, Martina se acerca: Oye linda, quieres bailar conmigo?
Unos cuantos vasos de ron en el cuerpo más una energizante, Martina era otra! Y valla que bailaba bien!
A la tercera canción que llevaban bailando Dominique se acerca más aún a Martina, y Martina por su parte le corresponde con un beso, un interminable y apasionado beso.
A la salida de Cherry decidieron ir a la playa de madrugada. Bastante más sobria, Martina le pidió a Dominique que fuese su novia, quien aceptó encantada.
Las cosas marcharon muy bien entre ellas, y cuando llevaban 5 meses decidieron arrendar un departamento para ellas dos, donde vivieron alegrías y penas, peleas y reconciliaciones, y lo más importante, donde vivieron su amor.
Ya llevan 11 años viviendo juntas. Dominique, desde que le contó a sus padres lo de Martina, no supo nada más de su familia, y Martina por su lado almuerza todos los domingos junto a sus padres, quienes acogieron casi como una hija a Dominique.
Ambas se encuentran muy felices, y por sobre todo, alejadas de esta puta disciminación.